Después, él quiso ser estilista-peluquero pero sus padres tampoco le dejaron porque pensaban que eso era de maricones.
Entonces, Pepito quiso ser sastre y los padres tampoco le dejaron por la misma razón.
Después de un tiempo Pepito creció y se hizo mayor y ahora... Pepito ¡es maricón! y además ¡no sabe hacer nada!
MORAL: Dejad a vuestros hijos que estudien lo que quieran.