-¡Ramiro, te olvidaste otra vez!
- ¿De qué Alejandra?
- ¡Hoy cumplimos 5 años de casados!
-Pe...pe... pero querida, ¿cómo me voy a olvidar de eso?
-Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a bailar.
-Justamente eso era lo que tenía planeado!
- Bueno, quiero que me lleves a "La 49".
- ¿Quééééééééééé? ¿Estás loca? ¡Eso es un night club!
-¡Ramiro, quiero que me lleves ahí y punto!
Sin otra opción para Ramiro se fueron... Apenas llegaron, el aparcacoches dijo:
- ¡Buenas! ¿Cómo le va caballero? ¡Qué bueno verlo otra vez!
La mujer saltó sorprendida:
-¿Qué dice éste? ¿Que qué bueno verte otra vez? ¿Acaso has venido antes a este sitio?
-¿Yo? ¿Pero estás loca? ¿A este nightclub? Le dicen a todos lo mismo... estos lugares son así...
Llegaron a la entrada y el portero:
- Señor Murillo... ¡Qué gusto!
- Te dijo señor Murillo, ¿te conoce?
-¿Ehhhhhhh?... Y cómo no me va a conocer si este tipo trabaja en el edificio de mi oficina. Es el electricista del edificio.
Ya adentro los recibió Alex, el gerente.
- ¿Cómo está doctor Murillo? La mejor mesa como siempre, ¿verdad?
- ¿Éste también es electricista en tu oficina, Ramiro? ¡Te voy a matar!
- No, no, este señor me conoce porque es el que me vendió el Ford Explorer que te compré.
- Ramiro, me estás... me estás...
En ese momento apareció la vendedora de cigarillos:
- ¡Mi reeeeeeeeeeeeeeeyy! ¿Te doy tu tabaco Cohíba?... La cigarrera se puso el habano entre los pechos.
- ¡Méteme la manita, mi amor, y saca tu habanito como te gusta!
Alejandra estaba a punto de matar a su marido, cuando se apagaron las luces. Ramiro y su mujer se sentaron y empezó el espectáculo.
Apareció una mujer súper sensacional que empezó a hacer un strip-tease. Cuando se quedó sólo en tanguitas, se acercó a las mesas y, cariñosísima, le preguntó a toda la concurrencia:
- ¡Y ahora.... ¿quién me va a quitar el tanguita?
Todos los presentes gritaron a coro:
- ¡Se vive, se siente, Ramiro con los dientes! ¡Se vive, se siente, Ramiro con los dientes!
Alejandra no aguantó más. Salió corriendo y se metió en un taxi. Ramiro la siguió y entró en el vehículo. La mujer empezó a pegarle y trató de arrojarlo fuera.
- ¡Eres el h... de p... más grande de toda la historia!
Alejandra se quitó un zapato e histérica, comenzó a pegarle en la cabeza y a gritarle groserías. En esas, el taxista se da la vuelta y exclama:
- ¡MIRE QUE HEMOS LLEVADO PUTAS LOCAS... DON RAMIRO... ¡PERO COMO ÉSTA, NINGUNA!
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Antes de destonillarme del todo te escribo para decirte que me estoy despoltrando de risa....Ja,Ja...Requejaja.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Jajajajjajajajajjajaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarJajjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Que bueno.
Besos.
EXELENTE DUSTRACCIÓN.
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