miércoles, 6 de marzo de 2013

REFLEXIÓN: La carpintería


   Hace mucho tiempo en una carpintería no muy lejana unas herramientas discutían sobre su comportamiento , el martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
   Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
   Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
   En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo juego de ajedrez.
   Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:
   “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”.

   La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
   Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad.
   Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

   A veces nos fijamos solo en los defectos de los demás y no en sus virtudes

2 comentarios:

¡Muchas gracias por haberte tomado la molestia de comentar mi entrada! ¡Me hace mucha ilusión! ¡Espero que hasta pronto! ¡Un beso!